10 jul 2011

Mis últimas palabras

No sé cuánto tiempo ha pasado desde la Metamorfosis,  no sé cómo decir lo que siento, no sé cómo seguiré soportando esto, no sé porque estoy vivo, no encuentro el sentido de mi vida.
Al principio, debo decir, pensaba que no había peor cosa que lo que me estaba pasando, me daba asco de mi mismo, pero, me decidí a reflexionar… Me di cuenta  de que nunca lo había hecho, tanto trabajo, tanta presión, tanto estrés, tantas distracciones, no me dejaron pensar sobre mí, sobre lo vida, sobre mi futuro, sobre quién era en realidad.
Hoy puedo decirles, que a pesar de que esta metamorfosis ha sido horrible para mí, me he encontrado conmigo mismo, pero no encontré la manera de decir lo que siento, porque no puedo hablar y sé que ustedes no estarían dispuestos a escucharme con esta forma, no encontré la manera de seguir soportando esto, porque me duele su indiferencia, no sé por qué estoy vivo, porque aprendí que no se puede vivir sin recibir amor, como consecuencia de todo esto, no encuentro el sentido a mi vida, porque no me quedan ya ganas de buscarlo.
Papás, no les quiero reprochar nada, se que fue difícil este cambio para ustedes tanto como para mi, entiendo  que para disminuir el sufrimiento prefirieron pensar que este bicho raro no era su hijo, pero a pesar de esto, debo decirles, este bicho raro, que no tiene ni rastro de que alguna vez haya sido humano, es su hijo, su hijo que entregó su vida al trabajo para darles una vida de calidad, su hijo que dio todo lo que pudo para mantenerlos satisfechos, su hijo, que a pesar del poco tiempo que pudo pasar con ustedes, los amó hasta el extremo. Quizá nunca se los dije de este modo, pero entiéndanme, el trabajo me dejó ciego y mi corazón seco. Incapaz de ver más allá de la estabilidad económica de nuestra familia. Ahora que no soy humano superficialmente no tengo  que preocuparme por el trabajo y pude pensar al fin en el amor que les tengo.
Grete, eres una niña, bueno, quizá ya no, pero así te veo yo, como una niña llena de sueños, de metas, de ilusiones. Yo, como hermano mayor, quise darte la mejor educación en música, para que cumplas tus sueños. Pero la vida tiene planes distintos a los míos y definitivamente no me dejó darte lo que quiero. Jamás pensé en exigirte que me cuides, estoy profundamente agradecido contigo por lo que pudiste hacer, no quiero que al enterarte de que ese bicho raro verdaderamente era tu hermano, te culpes a ti misma. Eres y siempre serás mi única hermana, la preferida, a la que amo más que a nadie, no importa si no me trataste bien cuando te necesité, no importa nada de eso ahora, solo importa que te amo, y en esta u otra vida, te seguiré amando.
Eso fue lo que me pasó, viví perdido en un mundo que no me mostraba la realidad de la vida, viví sometido en el trabajo, y no pude ver más allá de la rutina, por eso perdí a mi familia, perdí mi vida.
Quiero disculparme con ustedes por estar ausente, por no vivir el presente y preocuparme por algo superficial no que no dio la felicidad.
Con amor, Gregorio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario